A juzgar por la historia más o menos reciente, entre Atlético e Independiente Rivadavia cabe esperar cualquier cosa menos desequilibrio. Hace mucho tiempo que ninguno logra sacar una clara diferencia sobre el otro, tanto en el juego como en el resultado. Para muestra sobra un botón: la última vez que el “decano” le anotó más de un gol a la “lepra” fue hace casi cinco años, un 2-1 en el debut de la temporada 2010/11. Desde entonces se han enfrentado una decena de veces, todas con marcador apretado. La brecha más amplia fue justamente el 2-0 de anoche. Como si no estuvieran suficientemente espejados, los dos sumaban la misma cantidad de puntos hasta ayer.
“Eso no era casualidad. Independiente es un equipo que siempre hay que tener en cuenta”, hizo notar postpartido Franco Sbuttoni. “Nosotros sabíamos de la importancia de hacer pesar la condición de local, y lo hicimos. Los equipos vienen al Monumental siempre con un planteo defensivo, pero nosotros pusimos la pelota en el piso y demostramos cómo hay que jugar estos partidos”, sentenció el central, uno de los puntales de la solidez que mostró ayer el “decano”.
¿Y cómo se juegan estos partidos? “Lo manejamos con mucho temple, con mucha calma y madurez. Nosotros siempre apostamos a atacar, y cuando hacés eso, indefectiblemente generás espacios atrás con los que el rival te puede lastimar, pero la idea es arriesgar. Por suerte esta vez lo supimos controlar muy bien y no lo sufrimos en defensa. Este es el camino que hay que seguir para alcanzar”, propuso Sbuttoni.